Medellín, Abril 2010
JÚPITER
Nota 2.
Satélites de Júpiter.
JÚPITER
Nota 2.
Satélites de Júpiter.
Galileo Galilei es una figura muy vinculada a Júpiter. Nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Galileo fue el primogénito de siete hermanos. En 1574 la familia se trasladó a Florencia y Galileo fue enviado un tiempo al monasterio de Santa María di Vallombrosa, como alumno o quizá como novicio.
En 1581 Galileo ingresó en la Universidad de Pisa, donde se matriculó como estudiante de medicina por voluntad de su padre. Cuatro años más tarde, abandonó la universidad sin haber obtenido ningún título, debido a su interés en la física y en las matemáticas. Se había producido un hecho determinante en su vida: su iniciación en las matemáticas, al margen de sus estudios universitarios, y la consiguiente pérdida de interés por su carrera como médico.
Sin temor a equivocarme, creo que Galileo fue el pionero de la física y la astronomía modernas y un defensor del método científico para encontrar conocimiento.
No fueron Einstein, ni Newton quienes descubrieron que la percepción del movimiento de un objeto era diferente si se observaba dentro del cuerpo inercial o desde afuera de este. Lo anterior es un postulado de la relatividad y él lo explicaba, como es de suponer, con un medio de transporte de su época: un caballo. El decía que si un jinete cabalgando dejaba caer un objeto, la percepción del jinete era que éste caía en línea recta vertical. No obstante, quienes estaban quietos viendo cabalgar al jinete, veían como el objeto seguía la trayectoria de una parábola.
Figura 1 Galileo Galilei
En julio de 1609, en Venecia, Galileo tuvo noticia de un nuevo instrumento óptico que un holandés había presentado al príncipe Mauricio de Nassau; se trataba del anteojo, cuya importancia práctica captó Galileo inmediatamente, dedicando sus esfuerzos a mejorarlo hasta hacer de él un verdadero telescopio. Cómo no había teorías ciertas sobre óptica, este mejoramiento se hizo con base en ensayo y error. No obstante que lo que hizo Galileo fue mejorar un invento de otro señor, se le considera el inventor real del telescopio.
En efecto, entre diciembre de 1609 y enero de 1610 Galileo realizó con su telescopio las primeras observaciones de la Luna, observando sus montañas y cráteres que demostraban su comunidad de naturaleza con la Tierra.
Con su telescopio incipiente encontró los cuatro principales satélites de Júpiter, hecho que contradecía el principio de que la Tierra era el centro de todos los movimientos que se produjeran en el cielo. En cuanto al hecho de que Venus presentara fases semejantes a las lunares, que Galileo observó a finales de 1610, le pareció que aportaba una confirmación empírica al sistema heliocéntrico de Copérnico, ya que éste, y no el de Tolomeo, estaba en condiciones de proporcionar una explicación para el fenómeno.
Galileo fue matemático, físico y astrónomo, Galileo fue perseguido por la iglesia oficial y por la inquisición en Italia. Para salvar su vida tuvo que retractarse de haber probado que los planetas giraban alrededor del Sol y no de la Tierra, ya que eso parecía contradecir un versículo de la Biblia y además era, desde la época de los griegos y Aristóteles, la teoría oficial de la ciencia. Hay que recordar que el catolicismo es una mezcla perversa del paganismo Griego Romano y el judaísmo y que en esa época estaban más interesados en el poder temporal de la iglesia que en salvar almas.
Hace 400 años, Galileo dirigió su telescopio rudimentario hacia Júpiter y vio tres puntitos que aparentemente lo orbitaban. Continuó mirando y, cuatro días más tarde, descubrió otro. No podían ser estrellas, porque había observado que giraban alrededor del planeta. Estos cuatro (4) satélites de Júpiter se llaman desde entonces lunas Galileanas o lunas Jovianas y son: Io, Europa, Ganimedes y Calixto.
Hasta 1979 se había encontrado otras doce (12) lunas, para un total de 16. Hoy con los nuevos telescopios se estima que Júpiter tiene 63 lunas, siendo las Jovianas las realmente importantes por su tamaño y características.
En efecto, entre diciembre de 1609 y enero de 1610 Galileo realizó con su telescopio las primeras observaciones de la Luna, observando sus montañas y cráteres que demostraban su comunidad de naturaleza con la Tierra.
Con su telescopio incipiente encontró los cuatro principales satélites de Júpiter, hecho que contradecía el principio de que la Tierra era el centro de todos los movimientos que se produjeran en el cielo. En cuanto al hecho de que Venus presentara fases semejantes a las lunares, que Galileo observó a finales de 1610, le pareció que aportaba una confirmación empírica al sistema heliocéntrico de Copérnico, ya que éste, y no el de Tolomeo, estaba en condiciones de proporcionar una explicación para el fenómeno.
Galileo fue matemático, físico y astrónomo, Galileo fue perseguido por la iglesia oficial y por la inquisición en Italia. Para salvar su vida tuvo que retractarse de haber probado que los planetas giraban alrededor del Sol y no de la Tierra, ya que eso parecía contradecir un versículo de la Biblia y además era, desde la época de los griegos y Aristóteles, la teoría oficial de la ciencia. Hay que recordar que el catolicismo es una mezcla perversa del paganismo Griego Romano y el judaísmo y que en esa época estaban más interesados en el poder temporal de la iglesia que en salvar almas.
Hace 400 años, Galileo dirigió su telescopio rudimentario hacia Júpiter y vio tres puntitos que aparentemente lo orbitaban. Continuó mirando y, cuatro días más tarde, descubrió otro. No podían ser estrellas, porque había observado que giraban alrededor del planeta. Estos cuatro (4) satélites de Júpiter se llaman desde entonces lunas Galileanas o lunas Jovianas y son: Io, Europa, Ganimedes y Calixto.
Hasta 1979 se había encontrado otras doce (12) lunas, para un total de 16. Hoy con los nuevos telescopios se estima que Júpiter tiene 63 lunas, siendo las Jovianas las realmente importantes por su tamaño y características.
Figura 2 Lunas Jovianas
Lunas Galileanas (Jovianas)
Io, que tiene un diámetro de 3.630 km, tiene gran actividad volcánica. De hecho, posee volcanes que expulsan gases a más de 100 kilómetros de altura que, al volver a caer, hacen que los cráteres de impactos, sean rellenados por la lava de sus volcanes, dando como resultado final que la superficie no presenta grandes cráteres. Europa es del tamaño de nuestra luna y su aspecto es parecido al de Marte: en su helada superficie se aprecian una especie de canales que la surcan y se cruzan entre sí. Ganimedes es la mayor de todas las lunas (5.280 kilómetros de diámetro), y es parecido a nuestra Luna, con una superficie aparentemente helada, y una tenue atmósfera de oxígeno (según se descubrió en 1996, gracias al telescopio espacial Hubble). Calisto es la cuarta luna de Júpiter y la segunda en tamaño (4.800 km de diámetro), su superficie está cubierta de cráteres.
Datos a tener en cuenta para la observación de los satélites Jovianos:
Como ya se había mencionado, Galileo descubrió los cuatro más brillantes en 1.610. Las cuatro lunas se pueden apreciar con prismáticos.
Magnitud aparente: Ío +5.0, Europa +5.3, Ganímedes +4.6, Calisto +5.7. No obstante estas magnitudes no son constantes y dependen, en condiciones de una atmósfera favorable, de su distancia desde la Tierra.
Júpiter domina un conjunto de al menos 63 satélites, que constituyen una especie de Sistema Solar en miniatura.
Unos binoculares de casa, permiten hacer el trabajo que hizo Galileo. Si se observa Júpiter a la misma hora cada noche y se dibujan en un papel los satélites alrededor Júpiter, se pondrá observar el patrón de movimiento de estos pequeños puntos. Estos satélites tienen magnitudes entre 5 y 6, y vistos al telescopio, incluso con los mayores aumentos, parecen meros puntos de luz. Sus órbitas están en el plano ecuatorial de Júpiter, que casi coincide con nuestra línea visual. Por tanto, de vez en cuando, se observa el lento tránsito de uno o varios satélites por delante de Júpiter a lo largo de varias horas. En este caso lo que se logra observar es la sombra de la luna sobre el planeta.
Cada satélite es distinto. Ío presenta un vulcanismo violento, similar al de la Tierra en su periodo de formación, que lo cubre de lava cada pocos millones de años. Se cree que Europa posee un océano de agua bajo una corteza brillante de hielo. También Ganimedes podría albergar agua bajo su superficie de roca y hielo, y posee un campo magnético. Calisto se caracteriza por tener una superficie muy craterizada.
Io
Europa
Ganimedes
Calisto
En la actualidad ninguna de las cuatro lunas Jovianas, tiene condiciones para la vida tal cual se conoce en la Tierra. No obstante todos tienen alguna condición favorable. El vulcanismo de Io, las posibilidades de agua H2O en Ganimedes y Europa y atmósferas incipientes permiten pensar que podría existir algún tipo de vida primitiva, no obstante ser tan lunas tan frías. De todas formas, pensar en civilizaciones en Europa o Ganimedes, no deja de ser ciencia ficción, material útil para novelas y para cine.
Juan Fernando Sanin
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