Medellín, Septiembre de 2010
Estrella WR 104
Desde finales del siglo XIX años, gracias a los telescopios más avanzados de la época, Charles Wolf y Georges Rayet, astrónomos franceses , descubrieron un tipo de estrellas hipergigantes, supermasivas, muy calientes e inestables, que emitían una inusual banda de luz amarilla, debida a grandes vientos de eyección, a las cuales les dieron el nombre de WR (Wolf . Rayet).
A principios del siglo XX los científicos Ejnar Hertz y Henry Russell inventaron, en forma independiente el famoso diagrama Hertzsprung – Russell, en el cual se ubicaban las estrellas conocidas con base en un par ordenado, cuyas coordenadas eran la luminosidad y la clasificación espectral o sus equivalentes magnitud absoluta y temperatura.
Por otra parte, ya a mediados del siglo XX, con el avance de los computadores y de los grandes telescopios, se realizaron modelos físico - matemáticos sobre las estrellas y se estableció la teoría de la evolución estelar. En este momento las estrellas WR, que simplemente eran una rareza circense, comenzaron a tener más importancia, debido a que se predecía que su muerte podría ser muy violenta, por medio una explosión, una supernova y un agujero negro que emitiría un haz de rayos gama con una energía inimaginable.
Si uno de esos chorros llegara a la tierra, no sólo la civilización, sino la propia vida estarían muy comprometidas.
La WR 104, ubicada en la constelación de Sagitario, se volvió una preocupación para la tierra, cuando algunos científicos observaron que el eje de rotación de la misma, parece apuntar directamente a nuestro hogar y que en caso de convertirse en un agujero negro emisor de rayos gamma, estos saldrían disparados en la dirección de su eje de rotación y por tanto, en dirección a la tierra.
A 8.000 años luz de la tierra, la WR 104 forma un sistema binario con estrella de menor tamaño, a sólo una cuarta parte del camino hacia el centro de nuestra galaxia la Vía Láctea. El sistema binario parece ser muy inestable y emite polvo y gases en la forma una espiral casi perfecta, cuyo plano es perpendicular al eje de rotación de la WR 104, que en caso de convertirse en un chorro de rayos gama, éste saldrá perpendicular al plano de la nébula y por tanto en dirección a la tierra.
Realmente todo lo que se diga de esta estrella y de las circunstancias de su muerte es totalmente especulativo. Si explotó hace 4000 años, sólo podríamos saber que pasó dentro de 4000 años, si apenas explotara hoy, tendríamos que esperar 8000 años para saber a ciencia cierta si hubo chorro de rayos gamma o no, pero existe la posibilidad de que haya explotado hace 7999 años y 11 meses y entonces en un mes estaríamos recibiendo la descarga de rayos gamma, en el caso de que realmente su fin sea ese y que el eje de rotación efectivamente hubiera estado apuntando a nuestra tierra.
Figura 1 Sistema WR104
http://www.taringa.net/posts/info/5861013/Wr-104-No-destruiria-la-tierra.html
Ninguna medida que se haga en la tierra es exacta. Siempre hay un margen de error, más aún, cuando se trata de cuerpos tan lejanos. Los aparatos que realizan las medidas, aunque parezcan ultramodernos y avanzados, no lo son tanto, como para confiar plenamente en la información que nos entregan.
Hace algunos años, astrónomos del ultramoderno observatorio de Hawái llegaron a la conclusión, que el eje de rotación de WR 104, coincidía con la recta que une los centros de la tierra y de la estrella.
Si eso fuera así y la muerte de WR 104 produjera un haz de rayos gamma, estos apuntarían hacia la tierra y nuestras posibilidades de supervivencia serían muy limitadas.
Figura 2
No obstante, no hay razón para alarmarnos. Otros astrónomos han hecho investigaciones y sugieren que el eje de rotación de WR 104 podría formar un ángulo de cerca de 30º con la línea que une los dos astros.
Supongamos que los de Hawái están en lo cierto. Lo menos que debemos cuestionar es la precisión de la medida. Digamos, dándoles el beneficio de la duda, que el error es ± 1”.
Cuando en la tierra se miden ángulos con estaciones de precisión, es difícil lograr una precisión de ± 1” y eso que las distancias son de cientos de metros y ocasionalmente de 1km.
Si hay un error de ± 1”. En las mediciones de Hawái, entonces el potencial haz de rayos no necesariamente apuntaría a la tierra y tiene un cono cuyo ángulo es de 1” y cuya altura es de 8000 al (años luz) para escoger la dirección, en caso de que se produzca el chorro.
Figura 3
Veamos cuál es la base del cono.
La altura h del cono es igual a 8000al= 7.56x10 16 km (1)
1” =0.000004848 radianes (2)
Radio de la tierra: 6350km (3)
El radio del cono, en el plano perpendicular al eje tierra – wr 104, en la tierra será:
R1=θh, donde θ es el ángulo del cono, expresado en radianes. (4)
R1=0.000004848x7.56x10 16 km= 3.66x10 11 km (5)
Área de la base del cono: Ab = πR1 2 =: 42.08 x 10 22 km2 (6)
Área de un circulo mayor de la tierra: At= πRt 2 = 126,677,166.00 km2 (7)
La tierra cabe en ese círculo: 3.3 x 1015 veces y por tanto la probabilidad de que el haz de rayos gamma nos toque es de
P=At/Ab = 3 x 10 – 16 (8)
P=0.0000000000000003
Además, esta probabilidad está condicionada a que efectivamente se produzca el haz de rayos gamma, cuando la WR 104 colapse por gravedad y explote en una super nova, lo que indica que la probabilidad real P es mucho menor de lo que se indica en (8).
Por WR 104 no debemos trasnocharnos. Por las profecías Mayas, que dicen que el apocalipsis sucederá el 21 de diciembre de 2012, ya había escrito algo en ese sentido, en que afirmaba que este pronóstico o profecía se basa en premisas falsas y por tanto tampoco nos debe quitar el sueño. Algo que si nos podría preocupar es un impacto profundo de algún asteroide gigante, que no hayamos detectado hasta la fecha y que de sorpresa nos bombardeé. Los que se han descubierto y que están en trayectoria hacia la tierra, como es el caso de Apophis, que se acercará de nuevo a la tierra en la década del 30 del siglo XXI, se cree que no se arrimarán tanto, como para producir una catástrofe.
Respecto de Apophis, existe el problema del error en las medidas. Así como en el caso de la explosión de WR 104 el error en la medida nos favorece notablemente, en Apófisis nos podría perjudicar.
Juan Fernando Sanin Echeverri
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